Tenemos la costumbre de no prestar demasiada atención a la decoración del recibidor al ser un lugar de paso, sin embargo es lo primero que nos encontramos de la casa, es en cierta forma la presentación de nuestro hogar y el reflejo del gusto y estilo de los que la habitan.
En primer lugar hemos de tener en cuenta el tamaño y la forma.
En los recibidores muy amplios se debe de intentar reducir visualmente para sí hacerlos mas acogedores y cálidos, Pequeñas alfombras,luces indirectas y tonos oscuros nos permitirán dar esa sensación de calidez. En ellos nos podemos permitir emplear muebles que nos aporten comodidad para dejar las llaves, abrigos y paraguas, y a la vez reducimos óptimamente como antes hemos dicho el espacio. Cuadros u objetos de decoración varios donde siempre hemos de dar nuestra nota personal, nos hará sentirnos a gusto desde el primer momento que entremos por la puerta de nuestro hogar.
En los recibidores más pequeños y a la vez mas frecuentes debemos de actuar de forma contraria, es decir, ampliar visualmente el espacio y aportar luz, bien natural o empleando objetos que nos la reflejen, por ejemplo, espejos.
El color también en muy importante, debe de ser de tonos claros y neutros.
Reduciremos al máximo el mobiliario incluyendo pequeños muebles o simplemente alguna mesa pequeña si el tamaño lo permite para dejar las llaves.
En cuento a la forma, y siempre teniendo en cuenta la dimensión intentaremos dar la sensacion que deseemos y buscaremos que la visión óptica sea lo mas acogedora posible, por ejemplo, si es largo y estrecho intentaremos con las luces y el color acortarlo y reducirlo de longitud.
Si el recibidor en muy pequeño y tiene puerta que lo comunique con el salón también podíamos optar por quitar esa puerta e integrarlo a esta habitación así quitaremos esa visión de lugar estrecho y reducido.
En resumen:
Aportar nuestro toque personal siempre, ese recuerdo antiguo familiar, el regalo de alguien importante o algún capricho comprado en un viaje nos dará sensacion de hogar y mostraremos al visitante nuestros gustos y recuerdos.
El espacio y el mobiliario deben de adaptarse siempre, ante todo comodidad y poder caminar sin obstáculos debe de ser nuestra prioridad.
Colores claros y neutros en recibidores pequeños y más posibilidad de emplear los oscuros en los más grandes.
Integrarlo en el salón si la estructura lo permite, dando así más amplitud.
Mobiliario cómodo y funcional, donde poder guardar cosas, depositar las llaves e incluso dejar las prendas de abrigo.
Recordar nuestro recibidor es la presentación de nuestro hogar y en parte el reflejo de nuestro gusto y personalidad.
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